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«Del mismo modo que no vamos a parar en la lucha contra las drogas, tampoco lo vamos a hacer con las infecciones de transmisión sexual». Ha pasado más de un año desde que Isabel Díaz Ayuso pronunciara esta frase y nada ha cambiado en la hoja de ruta de la presidenta autonómica. Busca que la lucha contra las adicciones sea su gran legado político, pero más desconocida es otra de sus «prioridades» en materia de gestión: la prevención de las enfermedades de transmisión sexual. Desde aquellas declaraciones en diciembre de 2023 el tiempo le ha dado la razón a su obsesión, ya que las estadísticas recogen un significativo aumento de estos casos registrados en Madrid en los últimos años.
De ahí que la presidenta autonómica, que aseveró que este «ascenso» le «preocupa», aprovechara el pasado jueves la inauguración del Sandoval II, el tercer centro médico público especializado en el tratamiento de infecciones sexuales (ITS) en la Comunidad, para anunciar que lanzará un Plan Regional contra las ITS y el VIH, y que Madrid desarrollará de forma «paralela» al Plan Regional contra las Drogas, al entender que ambos fenómenos, las ITS y la adicción a los estupefacientes, encuentran un punto de conexión a través de la creciente tendencia a consumir drogas con fines sexuales, un tipo de práctica conocida como chemsex, y que en los últimos años se ha popularizado especialmente entre los jóvenes.
El Sandoval II, que comparte nombre con el centenario e histórico centro de atención a pacientes de enfermedades sexuales, y es el segundo que abre la Administración de Ayuso después del instalado en Alcorcón, tiene capacidad y medios para atender a 3.000 personas cada año, y ofrecerá pruebas de VIH, sífilis, virus del papiloma humano y vacunas frente a hepatitis A y B. Análisis todos ellos que buscan la detección «precoz» de las infecciones, un objetivo fundamental según la estrategia adoptada por la Comunidad para frenar y minimizar las cadenas de transmisión.
El reto de los 17 profesionales adscritos al Hospital Clínico San Carlos que trabajarán en Sandoval II -ubicado en las instalaciones del antiguo centro de salud Andrés Mellado, en el barrio de Chamberí- será afrontar el «importante aumento» de casos detectados en diversas infecciones de transmisión sexual. Así lo recoge un informe elaborado por la Consejería de Sanidad, comandada por Fátima Matute, que a modo de balance de 2024 destaca que ha crecido el número de casos conocidos en los últimos doce meses, un aumento especialmente «remarcado» en enfermedades como la clamidia o la gonorrea.
Así, según recoge el estudio al que ha tenido acceso este diario, en 2024 se contabilizaron 16.194 casos de enfermedades de transmisión sexual en la Comunidad de Madrid, un 9% más que los 14.980 detectados en 2023. En concreto, los casos de gonorrea aumentaron en un año un 12% -6.400 casos frente a 5.500-, mientras que los de clamidia lo hicieron un 7% -5.422 casos frente a 5.021 en 2023-, los de linfogranuloma venéreo un 6% -581 casos frente a 550-. Sólo los casos de sífilis, con un 3% menos, han descendido respecto a las cifras sanitarias de 2023.
Estadísticas, en resumen, no alarmantes pero que obligan al departamento de Salud de la Comunidad de Madrid a estar vigilante. Fue de hecho la propia presidenta regional la que, cuando anunció la creación del Sandoval II y de la clínica en Alcorcón, ya alertó de cómo en los últimos tiempos se había logrado poner freno de manera muy significativa a las infecciones de VIH, pero quizá no se estaba atendiendo con suficiente atención a otros casos más desconocidos desde el punto de vista social, como son la gonorrea, el sífilis o la clamidia. Ahora es la Consejería de Sanidad la que corrobora el aumento en la detección de estas infecciones de transmisión sexual.
«Esto nos afecta a todos y todos tenemos que poner de nuestra mano», reclamaba meses atrás Ayuso. Ahora, con los datos en la mano, en la Comunidad de Madrid destacan la relevancia de una clínica como el centro Sandoval en materia de tratamiento y prevención de enfermedades sexuales: registra más de 50.000 consultas cada año y realiza en torno a 85.000 pruebas de todo tipo. La estrategia regional anunciada por Ayuso, y que está proyectada de cara a los próximos cinco años, pondrá el foco en la detección precoz, prevención, educación sexual, higiene y mejora de sistemas de vigilancia, con especial atención a los jóvenes, que es el sector poblacional más expuesto a las prácticas de riesgo. «Son los que menos información tienen o no son conscientes de estas enfermedades que se daban por superadas y no lo están», razonó al respecto Ayuso.